Dolors Aleu i Riera es otra de esas extraordinarias mujeres que pasaron por el Raval, nace en Barcelona el 3 de abril de 1857, fue la primera mujer en convertirse en médico en España y  la segunda en alcanzar el título de doctora. Todo eso lo hizo justo aquí, en la que fue la Real Academia de Medicina de Barcelona.
Ingresa en la Facultad de Medicina en septiembre de 1874 donde termina sus estudios en el 79, pero no obtiene el premiso para el examen de licenciatura hasta el 4 de abril de 1882, examinándose el 19 de junio de ese año. Aprobó con un excelente y se convirtió en la primera mujer licenciada de España. Consigue doctorarse en Madrid el 8 de octubre de 1882, cuatro días después que Martina Castells Ballespí con la que tanto había luchado para llegar hasta allí. Su tesis se tituló “De la Necesidad de encaminar por una nueva senda la educación higiénico-moral de la mujer” (1883), se especializa en Ginecología y Pediatría.
Dolors llevó una vida profesional en su propia consulta durante 25 años y fue profesora de higiene doméstica en la Academia para la Ilustración de la Mujer, fundada por Esmeralda Cervantes en el número 10 de la Rambla de Canaletas. También fue autora de textos de carácter divulgativo para mejorar la calidad de vida de las mujeres.
Obtuvo una gran aceptación entre todos los sectores sociales y contaba entre sus pacientes con mujeres de la alta burguesía, artistas, mujeres de beneficencia y niños de la Casa de la Caridad de Barcelona. Aleu escribió en una ocasión “En los pocos meses que llevo de práctica, he visto enfermos que hacía más de seis años que sufrían una dolencia y que habría dejado pasar muchos más, si no hubiesen tenido ocasión de consultar con una señora”.
 

Casó en 1883 con Camilo Cuyàs, barcelonés de familia burguesa y agente de bolsa. Tuvo dos hijos Joan y Camil, el mayor estudió ingeniería industrial y el pequeño medicina, éste no llega a ejercer de médico pues muere a los 23 años de una tuberculosis aguda que le transmite un enfermo en el Hospital Clínico mientras ejercía de internista. Esta circunstancia precipita la muerte de su madre en el año 1913 a los 56 años de edad. A su entierro asistieron personalidades de la época y niños de la Casa de Caridad a los que durante tantos años había atendido de forma gratuita..